Higiene facial profunda

1. Limpieza inicial de la piel:

  • Se empieza con una limpieza profunda para eliminar impurezas, restos de maquillaje, contaminantes y exceso de grasa. Esto prepara la piel para los siguientes pasos y asegura que los productos actúen de manera eficaz.

2. Exfoliación:

  • Se realiza una exfoliación mediante punta de diamante y/o peeling ultrasónico, dependiendo del tipo de piel.
    • Punta de diamante: Es una técnica de microdermoabrasión que elimina células muertas y estimula la regeneración celular. Es ideal para pieles con signos de envejecimiento o con manchas.
    • Peeling ultrasónico: Utiliza ondas ultrasónicas para remover células muertas y mejorar la textura de la piel. Es ideal para pieles sensibles o con acné, ya que es más suave.

3. Extracción manual:

  • En este paso se realiza una extracción manual de los puntos negros y comedones, eliminando el exceso de grasa y evitando la obstrucción de los poros. Este paso es esencial para limpiar profundamente la piel.

4. Máscara LED:

  • Se aplica una máscara LED para calmar la piel después de la extracción. La luz LED tiene propiedades bactericidas y antiinflamatorias, ayudando a reducir la irritación y promoviendo la regeneración celular. También mejora la circulación y el tono de la piel.

Frecuencia recomendada según el tipo de piel:

  • Piel grasa o con acné: Se recomienda realizar una limpieza facial profunda cada 4-6 semanas para evitar la acumulación de sebo y la formación de comedones.
  • Piel mixta: Cada 5-7 semanas es adecuado para mantener la piel equilibrada y evitar la obstrucción de los poros.
  • Piel seca o sensible: Se recomienda una limpieza facial profunda cada 6-8 semanas para evitar la irritación y mantener la piel hidratada sin sobreexfoliarla.

Beneficios generales del tratamiento:

  • Mejora la textura de la piel.
  • Previene el acné y controla el exceso de grasa.
  • Aclara manchas y mejora el tono de la piel.
  • Promueve una piel más luminosa, fresca y saludable.

Este tipo de tratamiento es ideal para mantener la piel limpia y renovada, adaptándose a las necesidades específicas de cada tipo de piel.